lunes, 24 de junio de 2013

ARQUEOLOGÍA




Autores: PRATES, DI PRADO, MANGE, SERNA.


¿QUÉ ES?
Es una rama de la Antropología que investiga las sociedades humanas del pasado.

¿PARA QUÉ?
Para conocer sus modos de vida y como cambiaron a lo largo del tiempo.

¿CÓMO LO HACE?
A través del estudio de sus vestigios materiales (tumbas, restos de comidas, vestimenta, herramienta, adornos).

¿CUÁLES SON LAS ETAPAS DE LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA?
Búsqueda sistemática de evidencias en el campo (prospección, sondeo).

Recuperación sistemática de evidencias (muestreo de sitios en posición estratigráfica).

Preparación y acondicionamiento de los materiales arqueológicos (limpieza, rotulación, clasificación preliminar).

Análisis específicos: ceramológicos, líticos, sedimentológicos, faunísticos, geoarqueológicos, etc.

INTERPRETACIÓN INTEGRAL Y SÍNTESIS DE LOS RESULTADOS:

Divulgación de la información obtenida (presentación de eventos científicos y publicación en revistas científicas especializadas y libros, transferencia a la comunidad).


Río Negro Indígena (Panorama racial y cultural de la Patagonia) Panorama Racial:

El hombre ingreso al continente Americano hacia el 30.000 antes de cristo, (hay investigaciones que dan fechas más tempranas, 40.000 a 50.000 años), a través de cuatro principales corrientes de poblamiento, continuadas por nuevas oleadas inmigratorias, y fecundadas siempre por nuevos corrientes procedentes del viejo mundo. De allí la nueva población (indios) varía muchísimo según las condiciones de conservación de las razas inmigrantes y los procesos de mestizaje que se efectuaban entre ellas, dando origen a numerosos grupos locales.
Las razas más primitivas de la Patagonia, presionadas por las oleadas inmigratorias más nuevas, van a buscar ubicación definitiva en las regiones marginales y terminales del continente, la Patagonia, delimitada al norte por el río Colorado, hasta tierra del fuego incluida y entre el Océano Atlántico y la Cordillera de los Andes, fue recorrida por pueblos que originariamente carecieron de cerámica y agricultura. Tales pueblos, si bien perduraron hasta los tiempos históricos, son los representantes del más antiguo poblamiento en la Argentina.
La importancia del sector patagónico, en la historia de las culturas que allí dejaron su testimonio, está dado por su característica de “lugar clave”; sitio de arrinconamiento donde sobreviven los descendientes del más antiguo doblamiento de América.
Los restos que nos han quedado de estas culturas pasadas se manifiestan de diversas maneras en yacimientos al aire libre denominados “paraderos” ubicados generalmente en el interior del continente y “concheros”, ubicados sobre las costas del mar y de los ríos; o en las cuevas, cavernas y abrigos. En ambos casos los materiales pueden encontrarse en superficie o en profundidad.
La ciencia que trata de reconstruir a través de estos primitivos restos, aunque parcialmente, el primer derrotero humano, y ensamblarlo dentro del cuadro más amplio de la historia universal, es la Prehistoria. Para ello cuenta desde su nacimiento, a fines del siglo pasado, con una aliada incondicional: la Arqueología Prehistórica, que con sus métodos y técnicas, recupera los restos dejados por el hombre primitivo, ya sea a través de recolecciones sistemáticas de superficie o mediante minuciosas excavaciones.



LA VIDA EN EL RÍO NEGRO EN EL HOLOCENO TARDÍO (3000-500 AÑOS ATRÁS):


¿DE QUÉ SE ALIMENTABAN?

Consumían diferentes  tipos de animales, tanto terrestres como acuáticos. Entre los mamíferos que cazaban se encuentran: guanacos, venados, armadillos, cuises y ratas -nutrias, entre las aves: ñandúes, martinetas, patos y gallaretas; entre los reptiles: las tortugas, entre los peces: percas y bagres; y entre los moluscos: las almejas de agua dulce. Las valvas de estas últimas también solían usarlas para fabricar adornos (por ej. cuentas de collares) y las de moluscos marinos como contenedores. También aprovechaban los frutos del algarrobo como alimento fresco o para hacer harina. Las pieles de varias especies eran aprovechadas para la confección de prendas de vestir y cobertores.

¿QUÉ HERRAMIENTAS USABAN?

La mayoría de los instrumentos que se preservan en los sitios arqueológicos los confeccionaban sobre rocas obtenidas de los cantos rodados disponibles en el lecho del río. Para la caza con arco y flechas manufacturaban puntas pequeñas de forma triangular. Para cortar empleaban artefactos filosos con poco trabajo de formatización. (por ej. lascas retocadas, raederas, cuchillos) y para trabajar cueros usaban raspadores y perforadores. Los morteros y mangos que empleaban para la molienda de vegetales eran fabricados con rocas abrasivas, sobretodo areniscas grises disponibles en algunos sectores de bardas.
Estos grupos también confeccionaban con arcilla distintos tipos de vasijas que utilizaban para almacenar y cocinar sus alimentos. Sin embargo, es importante señalar que posiblemente la mayor parte de los instrumentos que empleaban para realizar sus actividades cotidianas eran confeccionadas sobre materiales perecederos. (madera, cuero, fibras vegetales, etc.) que generalmente no se preservan en los sitios arqueológicos.

¿CÓMO OBTENÍAN LOS ALIMENTOS?

El arma principal para la caza era el arco de flechas. Debido a que estos grupos no utilizaban caballos, que fueron adoptados posteriormente a la llegada de los españoles, aplicaban sofisticadas técnicas de caza comunal, principalmente para la captura de guanacos, venados y ñandúes. Aunque explotaban varias especies del río no disponían de herramientas especializadas para esa tarea (anzuelos, redes ni arpones).
Posiblemente aprovechaban el descenso del agua de las inundaciones para la captura de los animales atrapados en pequeñas lagunas.

¿EN QUÉ ÉPOCA VIVIERON?

Una de las tendencias más claras y generales reconocidas en el área de estudio se refiere a que las evidencias arqueológicas absolutas obtenidas mediante análisis de carbono 14, como las relativas estimadas a partir de indicadores contextuales (por ej. materiales culturales diagnósticos y contexto geomorfológico, permiten ubicarlos principalmente en el Holoceno tardío sobretodo luego de los 2000 años antes del presente. Esta situación no implica que no hubo ocupación humana en momentos previos, sino que debe atribuirse a un sesgo en el registro arqueológico que impide la identificación de las sociedades que se establecieron aquí con anterioridad,  posiblemente desde 10.000-12.000 años atrás. Es decir, diversos procesos geomorfológicos (acumulación de sedimentos, cambio de ubicación del río, erosión fluvial) habrían ocultado y/o destruido las evidencias más antiguas.

¿CÓMO SE  DESPLAZABAN A TRAVÉS DE SU TERRITORIO?

Los grupos habrían estado conformado por familias extendidas (abuelos, hijos y nietos) que trasladaban sus campamentos de un lugar a otro luego de varios días o pocas semanas de permanencia en un mismo lugar. Estos campamentos se establecían generalmente junto a lagunas formadas en el interior de viejos lechos del río. Desde allí aprovechaban tres espacios diferentes: 1) el área inmediata a los campamentos donde obtenían leña, peces, moluscos, aves fluviales y cantos rodados; 2) los sectores de valle alejados de los campamentos donde cazaban venados, armadillos y recolectaban vegetales y 3) las áreas de mesetas altas donde principalmente cazaban guanacos. Por lo general estas partidas se integraban por hombres adultos y jóvenes y muchas veces duraban más de una jornada. De este modo, y durante muchas generaciones, estos grupos se adaptaron a su medio sobre la base de un conocimiento profundo y una utilización equilibrada de los recursos necesarios para la subsistencia.


Autores: Prates, Di Prado. 

























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